Los diferentes planos de filmación

Desde el punto de vista de la filmación, la elección del plano tiene un valor expresivo motivado por las emociones que se tratan de transmitir al espectador.

La escala de planos se determina de la siguiente manera:

Este presenta todo el espacio en donde se desarrolla la acción. En caso de que aparezcan figuras humanas, estas se muestran a una escala muy reducida. Mientras menor sea el presupuesto de una producción, menos planos amplios suelen incluirse dentro de la película.

Es utilizado habitualmente como plano de situación dando al espectador la oportunidad de ver el espacio en su conjunto, y de ubicar a los personajes en él.

El tamaño de los personajes en relación al resto de la imagen es mayor que en el Gran Plano General.

Se centra más en los personajes que intervienen en la acción que en los elementos ambientales. Coloca en plano a los personajes que se precise para mostrar el desarrollo de la acción.

Similar a la de conjunto que incluye a tres o más personajes dentro del encuadre.

Aquí se encuadra la figura completa de los personajes.

Este es un encuadre clásico que muestra a un personaje desde las rodillas hacia arriba. Permite apreciar con la mayor escala el gesto del personaje mientras se muestra lo que hace con sus manos, teniendo los brazos estirados.

Frecuentemente es utilizado en la televisión cuando los presentadores están de pie.

Este permite mostrar al actor y sus gestos faciales al mismo tiempo que el movimiento de las manos.

En formatos panorámicos, es el tamaño ideal para mostrar simultáneamente a dos personas que se encuentran muy cerca.

Nos permite concentrar la atención en la expresión facial del actor y sus reacciones, proyectando una gran fuerza emocional.

Son planos de fragmentos del cuerpo de un actor magnificándolos en pantalla, responden a estrategias expresivas concretas como centrar la atención del espectador en un objeto que será relevante para el desarrollo del a historia, generar tensión u ocultar a un personaje que no se interesa mostrar.

Esto también se aplica a porciones de la decoración u objetos que se intenta resaltar.

Es un acercamiento aún más pronunciado y dramático. Este encuadre muestra más detalle sobre una parte específica.

Un ejemplo puede ser el acercamiento directamente al iris del ojo o cualquier otra cosa para mostrar y enfocar una situación que sucede a mucha menor escala.

Fuente: Universidad Carlos III de Madrid